Aprende hiragana de forma fácil: ¿Qué es y para qué se usa?
Si el idioma japonés te llama la atención, super bien. Estás a punto de descubrir un idioma increíble. Pero seguro has oído hablar de sus “letritas” y sus tres sistemas de escritura. No te preocupes, vamos por partes. El primer sistema se llama hiragana (ひらがな). Entender qué es el hiragana es más sencillo de lo que crees, y ya verás por qué.
Pero, ¿Qué es exactamente el hiragana? Es un silabario japonés. ¿Qué quiere decir esto? Que cada ‘simbolito’ que ves no es una letra suelta, sino que representa un sonido de sílaba completo (como “ka”, “shi”, “mo”).
En total, son 46 de estos sonidos básicos los que forman el hiragana. A diferencia de los kanji, esos caracteres más complejos que vienen del chino y tienen significados propios, el hiragana es pura fonética. Suena y se escribe. Es más, por esto para las personas que hablamos español tenemos ventaja, y es que su pronunciación es bastante similar a la nuestra
Nota: Si te fijas en su forma, notarás que los caracteres hiragana tienen trazos curvos, como si fluyeran, a diferencia de los katakana o los kanji.
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Un poquito de historia: ¿de dónde viene?
El hiragana no es un invento moderno. Nació en Japón allá por el siglo IX. Antes se usaban caracteres chinos bastante complejos (llamados man’yōgana) para escribir los sonidos japoneses, pero con el tiempo, la gente empezó a simplificarlos, haciéndolos más fluidos para escribir a mano.
Curiosamente, al principio era más usado por las mujeres, mientras los hombres se apegaban más a los kanji para los asuntos formales. Pero el hiragana con el tiempo demostró ser tan útil que acabó siendo esencial para todos.
El hiragana es como la navaja suiza de la escritura japonesa. Lo verás por todas partes porque se usa para:
Escribir palabras japonesas que son totalmente nativas y no tienen un kanji asignado, o si el kanji es muy raro o complicado y la gente prefiere la versión más sencilla. Piensa en palabras cotidianas o conceptos muy japoneses.
También es el uniforme de las partículas gramaticales. Esas palabritas cortas (como は -wa-, が -ga-, を -o-) que le dan sentido a la frase, diciéndote quién hace qué, siempre van en hiragana. Son el pegamento del idioma.
Cuando los verbos y adjetivos cambian para mostrar el tiempo (pasado, presente) o si son negativos, esas terminaciones que cambian (conocidas como okurigana) también se escriben con hiragana. Por ejemplo, en el verbo 見る (miru – ver), si quieres decir “vi”, escribirías 見た (mita), donde “ta” es hiragana.
Y si alguna vez te has topado con un kanji y no sabes cómo se lee, el hiragana viene al rescate. Esos pequeños caracteres hiragana que a veces se ponen encima o al lado de un kanji se llaman furigana, y están ahí para chivarte la pronunciación. Esto es súper útil cuando estás aprendiendo o en textos para niños. Hablando de niños, los libros y materiales para los más peques suelen estar repletos de hiragana antes de que se metan de lleno con los kanji.
Katakana y kanjis
Para que no te compliques demasiado, el japonés es un trabajo en equipo de tres escrituras:
Ya conoces al hiragana, nuestro protagonista de hoy. Luego está el katakana (カタカナ). Es otro silabario, con los mismos sonidos que el hiragana, pero con un look más anguloso y “robótico”. Se usa principalmente para escribir palabras que vienen de otros idiomas (como “hoteru” para hotel o “terebi” para televisión), para las onomatopeyas (sonidos como “doki doki” para el latido del corazón) o cuando quieres darle énfasis a algo, como si usaras cursiva o negrita.
Y finalmente, los kanji (漢字). Estos son los caracteres que Japón adoptó del chino. Cada kanji tiene uno o varios significados y, normalmente, diferentes formas de leerse. Son como los ladrillos que construyen el significado de la mayoría de las palabras.
Lo importante es que no es uno u otro; en una misma frase japonesa, ¡te encontrarás con los tres conviviendo en armonía!
¿Por qué empezar por el hiragana es tan buena idea?
Si quieres aprender japonés, conocer el hiragana primero es, sin duda, el mejor plan. Dominarlo te da superpoderes porque te permite:
Saber cómo suena cada sílaba y, por tanto, pronunciar las palabras correctamente desde el inicio. Empezar a leer cositas básicas y entender el material que usarás para estudiar.
Comprender la gramática japonesa mucho mejor, ya que las partículas y las terminaciones de los verbos y adjetivos están en hiragana. Además, como el katakana comparte los mismos sonidos, una vez que sabes hiragana, aprender katakana es pan comido. Y te da una base sólida para luego enfrentarte a los kanji con más confianza, porque podrás entender cómo se leen.
¿Qué es el katakana?
El katakana (カタカナ) es uno de los sistemas de escritura japoneses, junto con hiragana, kanji y romaji (el sistema de escritura romano o alfabeto latino). Se utiliza normalmente para escribir palabras extranjeras, nombres extranjeros, términos técnicos, onomatopeyas y ciertas palabras japonesas para efectos de énfasis.