La historia comienza cuando un gato callejero es adoptado, casi a regañadientes, por el profesor Kushami, un hombre excéntrico y mediocre que enseña inglés. Desde su privilegiada posición como mascota, el gato se convierte en un observador crítico de la vida humana, analizando con ironía y sarcasmo el comportamiento de los personajes que desfilan por la casa de Kushami.

Entre ellos, destacan los alumnos y antiguos alumnos del profesor, quienes forman parte de una tertulia llena de discusiones absurdas, proyectos surrealistas y una profunda desconexión con la realidad.

A través de los ojos del gato, Soseki nos ofrece un cuadro costumbrista de la sociedad japonesa de su tiempo, criticando con humor la literatura, las costumbres, el papel de las mujeres y la influencia de la cultura occidental en Japón. El gato, con su mirada despiadada pero llena de ingenio, se convierte en un narrador único que nos guía por un mundo lleno de contradicciones y excentricidades.